Nunca grabé un corazón
en el tronco de un árbol.
(No por conciencia ecológica
sino porque nunca compartiríamos el mismo bosque)
Nunca tallé nuestras iniciales
en aquel banco junto a la fuente.
(No por evitar el
vandalismo
sino porque nunca nos esconderíamos en los mismos rincones
oscuros)
Nunca me tatué tu nombre
en mi pecho.
(No por miedo al abandono o a ser un hortera,
sino porque nunca disfrutaríamos el mismo desnudo)
Nunca te tuve a tiro de beso.
Pero sí a distancia de verso.
Y creo que fue lo mejor para ambos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario